lunes, 24 de septiembre de 2012

Solución de un estado o dos estados

Desde que el Plan de Partición de 1947 estableció dividir el Mandato británico de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, todas las conversaciones y negociaciones de paz han perseguido la consecución de ese objetivo: dos estados para dos pueblos. Esta premisa fue aceptada inmediatamente por los líderes judíos en 1947. Sin embargo, los árabes rechazaron repartir el territorio tal y como pidieron las recién creadas Naciones Unidas por lo que nunca hubo estado árabe.

Con el paso de los años, especialmente tras la Guerra de los Seis Días, algunos líderes palestinos fueron asimilando el hecho de que tendrían que aceptar la existencia del Estado de Israel junto con un futuro Estado palestino. La OLP aceptó la legalidad de la resolución 181 en su Declaración de Independencia de 1988  reconociendo, indirectamente, el derecho de Israel a existir y de manera directa en 1993 en los Acuerdos de Oslo. Desde entonces las conversaciones de paz han mantenido la solución de dos estados como objetivo.

Pero esta solución ha demostrado ser realmente difícil de llevar a cabo debido a la variedad de temas que están aún por resolver: fronteras, asentamientos, llegar a un acuerdo sobre el futuro de Jerusalén Este, establecer el estatus final tanto de los refugiados palestinos como de los árabes-israelíes, además de temas de agua y seguridad. La falta de acuerdo entre ambas partes es evidente.

Por ello, varios académicos han propuesto una solución diferente: crear un solo estado para dos pueblos. Israel y Palestina se unirían creando un solo país sin tener en cuenta la etnia o la religión de sus habitantes. De un plumazo, todos los problemas mencionados anteriormente quedarían resueltos: los refugiados palestinos volverían a sus territorios, no habría que discutir sobre la legalidad de las fronteras de 67, el estatus de Jerusalén Este o los asentamientos judíos en Cisjordania. Por lo tanto, esta solución ha ido ganando adeptos debido a la dificultad de implementar la solución de dos estados.

Pero no todo es tan sencillo. La creación de un solo estado provocaría una compleja composición demográfica. Actualmente hay 7,9 millones de habitantes en Israel. 5,8 millones son judíos (73% de la población) mientras que 1,6 millones son árabes (20% de la población). En caso de que Israel y Palestina se unieran habría que sumar 2,5 millones de palestinos de Cisjordania y 1.5 millones de Gaza lo que provocaría que 5,6 millones de árabes vivieran junto a 5.8 millones de judíos. Además, los refugiados en Líbano, Siria y Jordania rondan 1,9 millones por lo que podría haber alrededor de 8 millones de palestinos si los refugiados también fueran integrados en el nuevo país. 

El carácter del Estado de Israel como el país del pueblo judío se desvanecería. Este hecho hace que muchos judíos desechen esta propuesta. Además, muchos argumentan que la difícil convivencia entre ambos pueblos durante el Mandato Británico es un ejemplo de la inviabilidad de este plan. Otros objetan que el terrorismo islámico sería mucho más difícil de combatir y sería una amenaza constante para la población judía.  Por ejemplo, Gaza sería un territorio muy difícil de integrar. El periodista Henrique Cymerman, corresponsal en Oriente Medio para La Vanguardia, comentaba en esta entrevista que la solución de un estado sería "crear un cáncer crónico, una Yugoslavia, un país en guerra civil continua".

Conscientes de que son más, la propuesta de un estado tiene más adeptos entre los palestinos, sobre todo entre los árabes-israelíes ya que la creación de un estado palestino podría originar presiones del gobierno israelí para que se muden al estado árabe. Sin embargo,  la solución de dos estados sigue siendo la más secundada en ambos territorios.

El 54% de los palestinos y el 58% de los israelíes siguen apoyando la propuesta de dos estados y esta es la única solución al conflicto que los partidos políticos israelíes y Al-Fatah se plantean. Además, cuenta con el respaldo de Naciones Unidas, los Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional. 

Sin embargo, la solución de dos estados será más difícil de implementar cuanto más tiempo pase. Robert Serry, enviado de Naciones Unidas en Oriente Medio, dijo este año que "a no ser que ambas partes encuentren una solución de dos estados, la región tiende hacía la construcción de un Estado".

En opinión de Khalil Shikaki, profesor universitario y director del Centro de Estudios Políticos Palestino,  este sistema continuará hundiendo sus raíces en el tejido de ambas sociedades cuanto más tiempo transcurra por lo será más difícil la creación de dos países. En un texto titulado "El Futuro de Israel y Palestina", Shikaki argumenta que la ocupación ha creado una realidad de un estado en la que asentamientos, muros, verjas, "checkpoints", colonos, palestinos, soldados, y grupos terroristas malviven dentro del mismo territorio. Según Shikaki, el tiempo se agota para la solución de dos estados.

6 comentarios:

  1. Consiste en regresar a las fronteras del 67. Es decir, en devolver Gaza a Egipto y Cisjordania a Jordania. En mi anterior comentario puedes pinchar sobre el enlace que te lleva a una breve explicación de la wikipedia.

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  2. Porque, no sé si te has dado cuenta, pero regresar a las fronteras del 67 y crear un estado palestino son dos cosas totalmente diferentes, y hasta contradictorias. Obviamente mi primer comentario no iba en serio. Tan absurda es la propuesta de los tres estados como la de un único estado. La única solución viable a estas alturas es la de dos estados para dos pueblos.

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    1. Oook, no había visto el enlace pero acabo de echarle un ojo. Es interesante por lo menos ver diferentes propuestas.

      Lo cierto es que una solución de tres estados parece tener lagunas. Por ejemplo, no se hasta que punto a Egipto le apetecería tener que responsabilizarse al 100% de lo que ocurre en Gaza.

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    2. Nadie quiere meterse en Gaza. Hasta Israel salió por patas de ese lugar. Y en realidad Jordania también renunció a Cisjordania hace años.

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